La bandera nacional fue izada a media asta en Riohacha, para rendir tributo a la memoria del maestro compositor Romualdo Brito López y expresar un mensaje de condolencia y solidaridad a su familia tras su trágica muerte.
El compositor de ‘Yo soy el indio’, ‘El santo cachón’, ‘Esposa mía, ‘La difunta’, y otras 1.500 canciones vallenatas, fue despedido de una manera notable, entre vallenatos y amigos.
Romualdo Brito López fue acompañado con serenatas en cada población por donde pasó el coche fúnebre, desde la región del valle del río Cesar hasta Riohacha, capital de La Guajira.
Y en la capital de La Guajira, donde se decidió sepultar al compositor, se le rindió homenaje solemne en la catedral Nuestra Señora de Los Remedios de Riohacha, y no faltó la música.
La Alcaldía de Riohacha propuso la vida y obra de este ilustre riohachero como paradigma a seguir por las presentes y futuras generaciones de músicos y compositores de música vallenata, por el inmenso legado cultural que deja Romualdo para los departamentos del norte del país.
Romualdo Brito fue sepultado en el cementerio de su pueblo Treina o Tomarrazón, como fue su deseo. Allí, entre sus canciones y los lamentos de su gente, fue bajado al sepulcro. Como lo dijo alguna vez: “Mis hijos musicales son mis canciones, ahí es donde me refugio cada vez que tengo cualquier alegría, cualquier gloría, cualquier tristeza”