
El hallazgo de una cabeza decapitada de un hombre en Tuluá, Valle del Cauca tiene conmocionado el país, sobre todo al conocerse la identidad de la víctima, el joven de 23 años Santiago Ochoa, quien formaba parte de la primera línea en las movilizaciones del paro nacional, convocado desde le pasado 28 de abril, contra el Gobierno de Iván Duque.
Medios locales y vecinos del corregimiento Aguaclara, informaron que Santiago Ochoa salió en horas de la mañana en una bicicleta y fue capturado aparentemente por el Esmad.
La noche del 19 de junio, de acuerdo con información suministrada por la comunidad, una persona desconocida a bordo de una motocicleta dejó la bolsa a las afueras de una vivienda, en el Callejón el Delirio, de esa localidad.
El macabro hallazgo ha generado estupor y rechazo en la opinión pública, que se ha pronunciado en contra del hecho y exigen una investigación exhaustiva para dar con los responsables de la muerte de Santiago Ochoa.
Uno de los primeros en pronunciarse fue el senador Gustavo Bolívar quien recordó que “en ningún gobierno se había llegado a tal grado de degradación”.
Las autoridades investigan el hecho ya que el cuerpo aún no ha sido encontrado. Pero ofrecieron una recompensa de hasta 10 millones de pesos para dar con los responsables del macabro hecho.
La Policía se desvinculó del crimen y aseguraron que el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) no detuvo a Santiago Ochoa, ya que en Tuluá no se han hecho operativos en los últimas días, señaló el organismo policial en un comunicado.